¿Quién soy?

Hola querido lector:

Soy Sandra Martín, tengo 22 años y vengo de Arévalo un pueblo precioso de la provincia de Ávila. Soy educadora social por vocación y de profesión. El pasado junio del 2020 terminé el Grado en Educación Social en la Universidad de Salamanca, sin duda mi mejor etapa vital. A parte de lo mágico que aporta Salamanca a la vida de un estudiante por su ambiente universitario, la carrera me dio alas y sobre todo me abrió las puertas a un mundo precioso, donde a día de hoy puedo decir que es la mejor profesión que podría haber elegido.


                                                                                              Plaza de la Villa de Arévalo (Ávila)

Siempre he tenido contacto con la obra Salesiana, siendo animadora juvenil. Siempre digo que antes de ser educadora social titulada, algo en mi ya se había formado, gracias a mi experiencia como voluntaria en esta obra. Campamentos, excursiones, grupos, encuentros... experiencias que poco a poco iban moldeando en mí la pasión por el acompañamiento y la educación en sociedad.



Recuerdo que de pequeña siempre decía que "yo quería ayudar a los demás" y un día por casualidad me encontré con una carrera que se adecuaba bastante a mi concepción o a lo que yo quería dedicarme. Pero más allá de esto, lo que más me sorprendió de la educación social es que ella me ayudó a mi, a desmontar mitos, a informarme, a tener siempre un pensamiento critico, a no prejuzgar, a ser creativa y dinámica y sobre todo a creer en aquellos colectivos que, por unas circunstancias u otras, la vida no les ha dado, en muchas ocasiones, una segunda oportunidad.

Siempre estaré agradecida a muchos de mis profesores, sobre todo aquellos de la carrera que me enseñaron el verdadero arte de educar. Su pasión y sus ganas por la educación es algo que me marcó. Muchos de ellos nos ayudaron a creer en nosotros como profesionales y sobre todo nos enseñaron la importancia de ser educadores en todo momento.

Mi verdadero contacto con la educación social vino con mis prácticas de grado, donde tuve el placer de realizar una intervención directa con colectivos diversos como menores en protección, MENAS y menores en riesgo de exclusión social, entre otros.

Me lancé a realizar este máster para salir de mi zona de confort, probar otros ámbitos, donde mi profesión también puede estar presente, aunque no sea lo habitual.

En este blog podrás ver algunas de mis inquietudes que irán surgiendo a lo largo de la Asignatura de Procesos y Contextos Educativos.

Antes de acabar la entrada, quiero resaltar algunos de los recursos que me han servido para alimentarme como profesional en muchas ocasiones. Uno de ellos es el libro de Rafael Bisquerra Educación emocional: Propuestas para educadores y familia, en el que se nos dan ciertas estrategias y actividades para tratar la educación emocional en diversas etapas vitales. 



Otro de los recursos que me han ayudado, y me resultan dinámicos y creativos son algunos blogs comohttps://educadordemenores.com/ http://www.educablog.es/ o http://edusosfera.com/, donde se nos ofrece la posibilidad de leer sobre experiencias reales y del día a día de la educación.

Si tienes la oportunidad échalos un vistazo😇

Nos vemos en la siguiente entrada 🌼

Comentarios

  1. ¡Hola Sandra! Me encanta lo que cuentas acerca de tu experiencia con niños y jóvenes tanto con la obra Salesiana como con los grupos en exclusión social. Muchas veces aprendemos mucho más en la práctica directa y el contacto cercano que en los supuestos teórico-prácticos que se estudian en un aula. Estoy segura de que el enfrentarte en persona a tareas y retos en el trabajo educador con estas personas te ha curtido y enriquecido muchísimo, pudiendo aplicar todas las herramientas que hayas adquirido con tus futuros alumnos. Y aquí va una pregunta... ¿qué tiene Salamanca que tanto enamora? ¡Nos vemos por los pasillos!

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